-Cinco consejos- (agosto 2021)
Miro alrededor. Las chicas de la papelería están hasta arriba de trabajo. Cada dos por tres alguien sale de su tienda con una caja de lápices, unos cuadernos, una mochila o un nuevo estuche. La librería también está llena. Libros, libros y más libros llenando el escaparate. Parece que muchos niños se resisten a entrar en las tiendas de ropa donde padres y madres hacen cola para comprar de todo un poco. Como no me dé prisa me quedaré sin pantalones de chándal. Es el ambiente normal de los primeros días de septiembre. ¡Por fin empieza el cole! Mientras corro de una tienda a otra pienso en cómo voy a afrontar este curso ¿Y por qué no compartirlo? Aquí os doy cinco consejos para hacer que esta vuelta al cole sea divertida, agradable y tranquila.
- Distracciones… ¡a la basura! Uno de los mayores problemas a la hora de empezar a estudiar o a hacer los deberes son las distracciones. Sí, sí, esa mosca que revolotea bajo tu oreja, esos niños jugando en el parque de al lado de tu casa, esos rotuladores nuevos que te piden a gritos que los estrenes… Por eso yo te recomiendo que al principio de este curso organices tu escritorio para evitar distraerte. Y te preguntarás ¿Y qué dejo en la mesa? Pues muy fácil. Tan solo lo estrictamente necesario: el libro, el cuaderno o archivador, el lápiz, la goma y el bolígrafo. Porque, es cierto lo que dicen, un entorno tranquilo y despejado te ayudará a estudiar y a ordenar la mente.
- ¡¡Las sonrisas son gratis!! ¿Nunca te han dicho eso tus padres? Seguro que sí. Y la verdad es que, reflexionando, he aprendido que tienen toda la razón del mundo. Tú pensarás que eso ahora no sirve de nada porque, claro, llevamos mascarillas. Pero los ojos reflejan tu expresión y si sonríes… ¡Se te notará en la mirada! Una sonrisa es como una mano que te ayuda en momentos difíciles, como aquel paraguas que te ofrecen cuando está cayendo un chaparrón. Una sonrisa dada de corazón puede dar ánimos a amigos, no tan amigos, profesores, abuelos, hermanos e incluso padres. Si entras sonriendo a tu clase crearás un buen entorno a tu alrededor. No sé si sacarás mejores notas pero al menos harás un poquito más felices a los demás y, al final y al cabo, ¡¡ una sonrisita no cuesta nada!!
- Haz con los días malos como con el café: échales un poquito de azúcar. Los deberes se me olvidan, he perdido mi libro de Inglés, no consigo recordar nada antes del examen, mi mejor amiga se ha enfadado conmigo, se me ha explotado un boli… ¡¡Me pongo tan nerviosa cuando tengo un día malo!! Sí, los días malos nos ponen a todos de los nervios ¡Pero eso no justifica que se lo contagiemos a los demás! Cuando tengas un día malo acuérdate de esta receta: una gotita de humor, tres gramos de alegría, un litro de paciencia y una ligera pizca de risas. Esta no es una receta de caldero que hace que desaparezcan los días malos pero lo que sí consigue es que se transformen en días… un poquito mejores.
- Planificación desestresante ¡marchando! Suele ocurrir que haya momentos en los que tengas tanto que estudiar que no te dé tiempo para el ocio. Hay varias soluciones para este problema aunque para mí la más efectiva son las planificaciones desestresantes. Cuando leáis esto supongo que vais a pensar dos cosas. Una: Menudo nombre que le pone Celia a sus métodos. En esto os doy la razón. Y la segunda: ¿En qué consisten exactamente las planificaciones desestresantes? Pues en básicamente hacer un horario para cada día. Se trata de establecer un tiempo para estudiar, parar un rato (15 minutos o algo así), quizá comer algo y retomar el estudio. Después de media hora, parar otro rato para jugar o dibujar y volver a los libros… de esa forma intercalas estudio con diversión ¡Ya verás como se te hace menos pesado!
- Y por último pero no menos importante… ¡disfruta todo lo que puedas con tus amigos! Por fin llegamos a la parte más importante de todo el artículo ¡¡disfrutar a tope!! Debes recordar divertirte con cada cosa que hagas, ya sea un simple ejercicio de Lengua o una excursión a unas tirolinas. Recuerda que los pequeños momentos son los más valiosos. Diviértete muchísimo con tus amigos: haciendo el loco, jugando, leyendo o, simplemente, disfrutando de su compañía. Si alguna vez te enfadas con ellos, recuerda lo mucho que los has echado de menos estos últimos meses y piensa que es normal enfadarse de vez en cuando. Significa que te importan y que tenéis un vínculo muy especial que os permite vivir todos esos alocados momentos juntos.
Espero que os sirvan mis consejos y que os ayuden, como a mí, a tener una vuelta al cole magnífica. Porque, aunque a veces nos cueste levantarnos de la cama o nos de pereza hacer los deberes, el colegio es donde aprendemos todo lo necesario para la vida y es, sencillamente, imprescindible.