EN UNAS POCAS LÍNEAS TODAS LAS EDADES TODOS

-Alguien diferente-

Vi a la niña entrar en la escuela con su camisa de colores llena de manchas de experimentos. Sus zapatos eran rojos, uno con tacón y otro no. La gente la saludaba por los pasillos pues todos la conocíamos; sí, todos, también los profesores, las monjas, los mendigos, los bebés… pero ella no se entretenía, solo pensaba en sus cosas. Quizás se paraba en el camino a coger algún envoltorio de caramelo y lo metía en su mochila desordenada. Sus únicos amigos eran los gusanos del patio, a los que acariciaba y hablaba  tiernamente con esa voz melosa y singular.